Una española, que aseguró haber esperado un año para conseguir una cita médica por la obra social, desató una ola de indignación en las redes sociales al compartir en TikTok su experiencia con una psiquiatra. La persona detrás del testimonio relató la frustración y sorpresa que vivió durante su consulta, reflejando las serias deficiencias en el sistema de salud mental pública en España. En un video, la usuaria de TikTok @marxxcb, quien se describe como “una loca con migraña crónica haciendo un doctorado de física”, narró cómo llegó a la consulta tras estar seis meses con licencia médica laboral.
Al explicar su situación en dos minutos, la psiquiatra le preguntó en un tono aparentemente despectivo: “¿Y qué más?”. Este comentario, sumado a la respuesta de la profesional sobre la urgencia de su situación, desencadenó una avalancha de comentarios en la plataforma.
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La paciente, que se encuentra medicada y luchando contra la depresión desde 2018, explicó que aunque ya tenía terapia, la pagaba de su bolsillo. La psiquiatra, al enterarse de que ya abonaba la terapia privada a 90 euros por consulta, cuestionó: “Y si ya tienes terapia, ¿por qué vienes?”. La joven detalló que su salario mensual es de 1.200 euros, lo que hace que pagar la terapia sea un esfuerzo considerable. Uno de los aspectos más alarmantes del testimonio fue la revelación de la psiquiatra: “La Unidad de Salud Mental está desbordada y solo podemos tratar casos graves como esquizofrenia o trastorno bipolar”, admitió. En consecuencia, la profesional de la salud expresó que, en su opinión, no había mucho que hacer por “gente tan sensible como tú”, lo cual dejó a la paciente en un estado de incredulidad y desesperación.
La publicación en TikTok rápidamente atrajo la atención de miles de usuarios, acumulando más de 85.000 reproducciones y 8.000 “me gusta”. Las reacciones fueron principalmente de indignación, con cientos de comentarios criticando la actitud de la médica y la evidente crisis en el sistema de salud mental pública. Este caso evidencia una problemática más amplia: la saturación del sistema de salud mental y la percepción de que solo los casos “graves” merecen atención adecuada.