oriundo de Sibundoy, Putumayo, es un maestro artesano reconocido por su excepcional habilidad en el trabajo de la madera y el enchapado en chaquira. A lo largo de su trayectoria, ha dedicado más de 18 años a perfeccionar técnicas ancestrales, elevando el apellido Chasoy como sinónimo de excelencia artesanal en el Valle de Sibundoy.

Una de sus obras más emblemáticas es un rostro indígena tallado en fibra de vidrio, en el que aplicó meticulosamente más de 40,000 chaquiras. Esta pieza simboliza el retorno a la Madre Tierra y refleja el profundo amor de Marcelino por el arte y su cultura. La dedicación y paciencia requeridas para completar esta obra son testimonio de su compromiso con la preservación y difusión de las tradiciones artesanales de su comunidad.
Además de su labor como artesano, Marcelino es un apasionado maestro que comparte sus conocimientos con las nuevas generaciones, enseñando la talla en madera y el enchapado en chaquira. Su vocación educativa busca que los jóvenes reconozcan y valoren sus raíces culturales, entendiendo que la preservación de las tradiciones es esencial para la identidad y el futuro de la comunidad.
