Nuevos riesgos fiscales han surgido en los últimos días para Colombia, debido a dos cambios que, si bien no están en manos del Minhacienda para ser solucionados, pueden poner contra las cuerdas la ya apretada caja de la Nación, por los efectos que pueden generar en una de las fuentes de ingresos más importantes del país: los precios del petróleo.
Cuando se presentó el Plan Financiero de 2025, el Ministerio de Hacienda proyectó sus ingresos bajo la expectativa de que este commodity se comercialice durante la vigencia en curso, a un precio promedio de USD$ 74 por barril y aunque no era una referencia descabellada, la reconfiguración del contexto internacional ha lastrado su costo por debajo de lo esperado, situación que se traduce en menos plata para las arcas del Estado.
Todo esto se viene dando por dos factores que influyen directamente en la cotización del petróleo Brent, referencia que usa Colombia. En primer lugar, la subida de aranceles ordenada por el gobierno de Donald Trump para proteger su economía y la sobreoferta de crudo que llegará al mercado tras los anuncios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).
Expertos consultados por Portafolio advierten que estos cambios presionan a la baja el precio internacional del petróleo Brent, afectando directamente los ingresos del país y generando un efecto dominó que impactará los dividendos de Ecopetrol, los impuestos de renta petrolera y las regalías, poniendo en riesgo el Plan Financiero del Gobierno. Esto sin contar que la incertidumbre global por la guerra comercial y el exceso de oferta petrolera complican aún más el panorama económico nacional.

