El fin de semana del 26 de abril fue inolvidable para la farándula colombiana. Liss Pereira y Ricardo Quevedo, dos de los comediantes más queridos del país, se casaron tras casi una década de relación y un hijo en común. La pareja compartió sus primeras imágenes como esposos en redes sociales, acompañadas de un mensaje conmovedor que emocionó a miles de seguidores: “Y sí, nos casamos… porque para que el amor perdure solo se necesitan dos personas igual de tercas”. Después de 10 años juntos: los comediantes Liss y Ricardo se casan en ceremonia íntima.
El evento, íntimo y emotivo, tuvo lugar en El Retiro de San Juan, un exclusivo lugar campestre en Bogotá. Rodeados de amigos, familiares y colegas del humor, Liss y Ricardo celebraron su historia de amor en medio de flores, velas, luces cálidas y muchas carcajadas.
Así fue la boda: amor, humor y un look inolvidable; Después de 10 años juntos: los comediantes Liss y Ricardo se casan en ceremonia íntima
Liss lució un vestido blanco de encaje, con una falda amplia y un peinado recogido que le dio un aire romántico. Ricardo apostó por un traje vinotinto, camisa blanca y corbata a juego, rompiendo esquemas sin perder elegancia. La decoración, liderada por Diana Vega, incluyó detalles florales, luces tenues y un pasillo rodeado de plantas que conducía al altar.
La ceremonia, sencilla pero cargada de emociones, fue oficiada por un sacerdote y contó con momentos inolvidables como la entrada de Liss al ritmo de All You Need Is Love. Los votos, fieles al estilo de la pareja, mezclaron humor y ternura. Amigos como Iván Marín, Santiago Rendón y Gustavo Bernate compartieron anécdotas y mensajes que le pusieron el toque de humor a la celebración.
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Una historia de amor con risa y complicidad
Desde su encuentro en el mundo del stand-up, Liss y Ricardo han sido inseparables. En 2021 se comprometieron durante un viaje, y ahora, cuatro años después, celebran su unión oficial. Juntos han trabajado en proyectos como 5 minutitos más y El que se enamora pierde, construyendo no solo una carrera artística sino una vida en común junto a su hijo Ignacio.
Más allá del glamour, la boda fue el reflejo de una relación real, con altibajos, risas y mucho amor. “No es perfecto, pero es nuestro”, escribió Liss, dejando claro que el amor también se construye con paciencia y complicidad. Sin duda, una boda que dejó huella en la comedia… y en el corazón de Colombia.