Un reciente informe de la Comisión EAT-Lancet revela que adoptar dietas más saludables y con base vegetal podría prevenir hasta 15 millones de muertes prematuras cada año a nivel global, además de reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. euronews+2Le Monde.fr+2
Esta propuesta, conocida como la “Dieta Planetaria para la Salud”, enfatiza el consumo abundante de frutas, verduras, granos enteros, legumbres, nueces y semillas. Permite cantidades moderadas de proteínas animales (como pescado, aves, huevos y lácteos), pero aconseja limitar el consumo de carnes rojas (res, cerdo, cordero) a una porción a la semana.
Además de los beneficios para la salud humana —menor incidencia de enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad y algunos tipos de cáncer—, el cambio dietético apunta a mejorar la salud del planeta: menor deforestación, mejor uso del agua, menor contaminación y preservación de la biodiversidad.
Los expertos advierten que, aunque la dieta puede adaptarse a diferentes culturas alimenticias, su implementación a gran escala requiere cambios estructurales: políticas públicas que promuevan acceso a alimentos saludables, regulación de productos ultraprocesados, subsidios para agricultura sostenible y educación nutricional.
