Sebastián Peña y Luis Angulo están convirtiendo la adversidad en triunfo. A través del baloncesto en silla de ruedas, estos dos deportistas colombianos han logrado proyectarse en ligas europeas, destacándose por su constancia, talento y espíritu de superación.

La historia de Sebastián comenzó con un accidente en su infancia que lo dejó con una lesión medular. Desde muy joven, aprendió a adaptarse a una nueva realidad y encontró en el deporte una vía de expresión y crecimiento. Actualmente juega en equipos internacionales y representa con orgullo a Colombia en competencias de alto nivel.

Luis, por su parte, lleva consigo otra historia de lucha: víctima de un cáncer en su pierna, afrontó varias intervenciones quirúrgicas y finalmente la amputación. Lejos de sucumbir al golpe, encontró en la silla de ruedas el impulso para reorientar su vida hacia el baloncesto, disciplina en la que ha sobresalido pese a su juventud.

Ambos comparten la camiseta de la Selección Colombia Sub-23, en la que han demostrado que las limitaciones físicas no definen los sueños. Con estrategia, entrega y compañerismo, se preparan para certámenes internacionales decisivos con rivales como Estados Unidos, Brasil y Canadá.

Este par de atletas ejemplifican que con voluntad y oportunidades el deporte inclusivo puede abrir puertas y transformar vidas. Aunque el camino no ha sido fácil, su progreso inspira, eleva miradas hacia el potencial de las para­deportes y resalta la necesidad de mayor respaldo institucional para quienes entrenan con el corazón por bandera.