Apenas amanece y en los pasillos del Centro Cultural Agustín Agualongo ya se sienten risas, pasos y música. Son los ensayos finales del 6º Campeonato Coreográfico Dance, donde niños y jóvenes de todo Nariño se preparan para vivir su gran día.

Detrás de cada grupo hay semanas de práctica, nervios y sueños. Muchos de ellos bailan en escuelas de barrio, otros aprendieron en casa, pero todos comparten el mismo deseo: sentir el aplauso del público y demostrar que la danza también es disciplina, respeto y esperanza.

Para Comfamiliar de Nariño, este campeonato no es solo un concurso: es una celebración de la vida y el talento local. Cada presentación se convierte en una historia contada con el cuerpo, una historia que recuerda que el arte es la mejor forma de construir comunidad.