El Liceo Integrado de Bachillerato de la Universidad de Nariño, reconocido por su aporte histórico y académico, atraviesa una de las crisis más complejas de su trayectoria. Esta unidad especial adscrita a la Vicerrectoría Académica integra en su misión la educación, el arte, el deporte, la investigación y la formación ciudadana como parte de la línea de Interacción Social del Proyecto Educativo Universitario.
Su origen se remonta a 1689 y forma parte de los emblemáticos colegios santanderinos fundados por Francisco de Paula Santander en 1827, del cual nació, en 1904, la Universidad de Nariño. A lo largo de más de cinco décadas, el Liceo ha formado generaciones de estudiantes con excelencia académica, beneficiando a más de mil jóvenes, en su mayoría de estratos 1, 2 y 3.
Recursos
Sin embargo, su sostenibilidad está en riesgo. El modelo de financiación actual, basado en contratos anuales con el municipio de Pasto desde 2017, ha generado inestabilidad y no garantiza la permanencia del proyecto. Aunque el presupuesto para 2025 asciende a $4.918 millones, la Universidad debe asumir más de $1.699 millones con recursos propios, una cifra desproporcionada frente a los $17 millones que aportaba en 2017.
Esta situación ha provocado un desequilibrio financiero estructural que pone en riesgo la continuidad del Liceo como institución pública de excelencia. Además, las recientes directrices municipales que limitan el ingreso de nuevos estudiantes y el no reconocimiento de la jornada única afectan su cobertura y el bienestar docente.
Solicitud
A ello se suma la precarización laboral: 42 docentes y cuatro directivos trabajan bajo la modalidad de hora cátedra, con remuneraciones inferiores a las del magisterio nacional, lo que vulnera el derecho al trabajo digno.
Pese a las múltiples solicitudes enviadas al Ministerio de Educación Nacional, aún no se ha instalado una mesa tripartita entre el Ministerio, la Universidad y el Liceo para construir soluciones definitivas.
El Sindicato Siprolunar y la comunidad educativa hacen un llamado urgente al Ministerio para que se reconozca y financie de manera estable el Proyecto Educativo, se dignifique la labor docente y se garantice la sostenibilidad del modelo pedagógico.
Asimismo, se solicita detener las políticas que reducen la cobertura y reconocer formalmente la jornada única, implementada desde hace más de 25 años.
Finalmente, el Liceo de la Universidad de Nariño realizó un Pupitrazo Cultural, al que asistieron padres, estudiantes, egresados y comunidad nariñense, reafirmando su compromiso con la defensa de la educación pública. Esta causa representa la lucha por la equidad, la dignidad docente y el derecho a soñar desde la escuela.
