La Defensoría Pública de Río de Janeiro confirmó este miércoles 29 de octubre de 2025 que la operación policial contra el cártel Comando Vermelho, lanzada el martes en los complejos de favelas de Penha y Alemão, dejó un saldo de 132 muertos, entre ellos cuatro agentes de policía.

Esta intervención, que movilizó a unos 2.500 efectivos y resultó en 113 arrestos, incautación de 118 armas (incluyendo 91 fusiles) y una tonelada de drogas, se considera la más letal en la historia de Río de Janeiro y posiblemente de América Latina, superando incluso la masacre de Carandiru en 1992 (111 muertos).

Rechazo del Gobierno

El gobierno federal del presidente Luiz Inácio Lula da Silva rechazó brindar apoyo militar directo a la policía de Río de Janeiro para esta operación. El gobernador Cláudio Castro (aliado de Jair Bolsonaro) solicitó en al menos tres ocasiones vehículos blindados de la Armada y el despliegue de las Fuerzas Armadas, argumentando que se trataba de una «guerra de defensa del Estado» más allá de la seguridad urbana, pero estas peticiones fueron denegadas.

El Ministerio de Justicia, liderado por Ricardo Lewandowski, aclaró que no hubo comunicación formal ni solicitud razonable para intervenir, y que el apoyo federal se limita a operaciones de la Policía Federal (con 178 intervenciones en Río este año, 24 contra narcotráfico). Fuentes cercanas a Lula indicaron que cualquier uso de militares requeriría una Garantía de Ley y Orden (GLO), figura excepcional que fue explícitamente rechazada, priorizando en cambio traslados de presos de alto riesgo a cárceles federales. Esta tensión política ha escalado, con Castro acusando a Brasilia de dejar «solo» al estado, mientras Lula convocó una reunión de emergencia con ministros para evaluar la crisis, en vísperas de eventos como la Cumbre C40 y el Earthshot Prize.

Cifras varían

La Defensoría Pública recabó testimonios de familiares y habitantes para documentar la «violencia estatal nunca vista», mientras que el gobierno regional solo confirmó inicialmente 119 fallecidos, reconociendo que la cifra podría aumentar. Organizaciones como Amnistía Internacional y la ONU han denunciado abusos y ejecuciones extrajudiciales, con escenas de cadáveres acumulados en plazas y calles, y el Comando Vermelho respondiendo con bloqueos viales y ataques que paralizaron la zona norte de la ciudad.