Una ola de tensión se vive en Brasil luego de que integrantes del grupo criminal Comando Vermelho lanzaran una fuerte amenaza contra las autoridades y la población tras un operativo militar en las favelas del Complejo do Alemão y Penha, en Río de Janeiro.
Lo que inició como una operación policial para capturar a los principales líderes del narcotráfico terminó convirtiéndose en uno de los enfrentamientos más violentos de los últimos años en la ciudad.
El operativo más grande contra el Comando Vermelho
De acuerdo con el Ministerio de Seguridad Pública de Brasil, más de 2.500 agentes de la Policía Militar y unidades especiales participaron en el operativo, cuyo objetivo era desmantelar las redes de tráfico de armas y drogas del Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas del país.
Sin embargo, la respuesta de los delincuentes fue brutal: se registraron disparos con fusiles de largo alcance, lanzamiento de granadas desde drones y barricadas con buses incendiados para impedir el avance de las tropas.
El saldo preliminar es trágico: más de 60 personas murieron, entre ellas varios agentes policiales, y decenas resultaron heridas. Testigos relataron escenas de terror con ráfagas de disparos que se extendieron durante horas y el pánico de los habitantes atrapados en medio del fuego cruzado.
Amenazas tras el operativo
Tras el enfrentamiento, circularon audios y videos en redes sociales donde presuntos miembros del Comando Vermelho amenazaron directamente a la población civil y a las autoridades.
En una de las grabaciones, hombres armados y encapuchados advirtieron: “Vamos a matar a todo el mundo”, mensaje que provocó temor generalizado en las comunidades cercanas.
Como medida preventiva, escuelas suspendieron clases, negocios cerraron y se reforzó la presencia militar en las entradas de las favelas.
Brasil refuerza la seguridad y abre investigaciones
El gobierno brasileño anunció el envío de más tropas federales para reforzar la seguridad en Río de Janeiro y evitar nuevos ataques. Además, la Fiscalía General abrió una investigación para determinar posibles abusos durante el operativo y la procedencia de las armas utilizadas por los pandilleros.
A pesar de los esfuerzos, el miedo se mantiene en las calles. La amenaza del Comando Vermelho revela nuevamente la profunda crisis de seguridad que enfrenta Río de Janeiro, donde el crimen organizado desafía de forma abierta al Estado.
