Protesta nacional
Miles de trabajadores del Poder Judicial de la Federación iniciaron un paro de labores indefinido este martes, en rechazo a las reformas propuestas por el Gobierno que, según ellos, amenazan su estabilidad laboral y la autonomía del sistema judicial. En Ciudad de México, las manifestaciones se concentraron frente a la sede legislativa de San Lázaro, donde los empleados bloquearon los accesos principales, impidiendo la entrada de congresistas y funcionarios.
El movimiento, impulsado por sindicatos judiciales y asociaciones de empleados, busca frenar la aprobación de cambios constitucionales que reducirían el presupuesto del Poder Judicial y permitirían al Ejecutivo intervenir en la designación de magistrados y jueces. “Defendemos la independencia judicial, no privilegios”, afirmaron los manifestantes durante la jornada de paro.
Las protestas se extendieron a otros estados del país, con cierres parciales de juzgados y suspensión de audiencias. En varias ciudades, trabajadores portaron pancartas con mensajes en defensa del Estado de Derecho y pidieron la apertura de un diálogo directo con el Congreso y el presidente.
El cierre de la sede de San Lázaro generó tensión entre manifestantes y autoridades, aunque no se reportaron enfrentamientos graves. Elementos de seguridad mantuvieron un cerco para evitar disturbios, mientras legisladores pidieron respeto al derecho a la protesta pacífica.
Desde el Gobierno, voceros presidenciales reiteraron que las reformas buscan “democratizar la justicia” y eliminar estructuras burocráticas. Sin embargo, los trabajadores aseguran que la medida pondrá en riesgo la carrera judicial y los derechos adquiridos de miles de empleados.
El paro continuará hasta que se establezca una mesa de negociación formal, advirtieron los líderes sindicales. La crisis laboral se convierte así en un nuevo foco de tensión política en el país, con repercusiones directas en el funcionamiento de los tribunales y la atención a los ciudadanos.

