El dólar registró una nueva jornada de descenso y cerró la semana en $3.965, su nivel más bajo en los últimos diez meses. Analistas atribuyen la caída a la estabilidad de los precios internacionales del petróleo y al ingreso de inversión extranjera en proyectos energéticos y de infraestructura.

El Banco de la República indicó que la tendencia responde también a un fortalecimiento del peso colombiano frente a monedas regionales como el sol peruano y el peso chileno. No obstante, advirtió que la volatilidad podría regresar si se presentan cambios en la política monetaria de Estados Unidos.

Empresarios y exportadores mantienen posiciones divididas: mientras los importadores celebran la reducción de costos, los sectores agrícolas y manufactureros piden medidas para proteger su competitividad. El Gobierno analiza ajustes en los aranceles para mitigar los efectos en la balanza comercial.