Por: Elsy Melo

La democracia demostrada como la mejor forma de gobierno, tiene su razón de ser en la sociedad, si a través de ella se da aplicación rigurosa al principio de la promoción del bien general, la tolerancia y el respeto por la dignidad humana; es preciso que cada ser humano tenga la conciencia clara, que no debe obrar a su capricho,  coaccionar o amenazar al otro,  recurrir al fraude, a la explotación o al engaño, herir, agredir, asesinar  o incumplir sus obligaciones o funciones; solo de esta forma, se facilitará el desarrollo local de las comunidades al integrar con responsabilidad todas las opiniones, experiencias y formas de pensar, sin importar las diferencias.

Es por ello, que la democracia, debe necesariamente identificarse con la responsabilidad que le asiste a una persona y a una sociedad entera. se dice que se es responsable cuando se tiene consciencia clara de lo que se debe hacer y es moralmente debido, y así mismo, se prodiga que el ciudadano y político responsable, es el que da cuenta de sus actos, es un ser libre y transparente. Muy bien lo afirma Victoria Camps “solo el hombre libre es responsable, solo quien decide autónomamente prefiriendo una entre dos o más posibilidades, está en condiciones de responder por lo que hace. La responsabilidad, la autonomía y la libertad son lo mismo”.

Por ello pedirle al político que sepa responder por las consecuencias de sus actos acorde a sus principios, es sencillamente pedirle coherencia, pedirle que no defraude a la sociedad y que actúe con transparencia ante ella. Dentro de todo proceso democrático, responsable y coherente, es fundamental la educación, y la formación en una sociedad plural y altamente democrática, esta responsabilidad no recae sobre una única persona sino sobre los diferentes grupos, sean gobierno, instituciones y/o comunidad, para evitar que impere la corrupción, el fraude, el nepotismo y con ello, el atraso social.

Y dentro de este gran propósito, la ESAP, como academia no es ajena a la gran responsabilidad social que le asiste, en este caso frente a un muy interesante grupo de ciudadanos y ciudadanas que a través del voto popular, nos representan en todos los Concejos Municipales del país. Es por ello, que dentro de su propósito de formar ciudadanos éticos y capaces de transformar las realidades de su entorno, ha decidido reanudar lo que en un principio se conoció como El viernes del Concejal y que a partir de hoy, se presenta como La Escuela de Concejales, la cual se inauguró el viernes pasado en Pasto, con temáticas tan importantes como las responsabilidades de los concejales y la gestión contractual, entregando así,  herramientas claras y actualizadas, a través de un enfoque práctico y normativo que fortalecerán sus capacidades y ayudaran a prevenir riesgos disciplinarios, fiscales y penales, permitiéndoles realizar en su ejercicio diario, un control político eficaz y conforme a la ley.