En agosto de 2025 el índice de inflación nacional reflejó un aumento de 0,19 %, con incrementos notables en el costo de alimentos, salud, restaurantes, bebidas y tabaco.
Este alza repercute directamente en el poder adquisitivo de la población, especialmente en los hogares de menores ingresos, generando preocupación sobre el costo de vida y la sostenibilidad económica personal.
Analistas advierten que, si las alzas continúan, podrían verse afectadas las tasas de consumo, ahorro y estabilidad social, lo que obligaría al gobierno a intervenir con políticas de contención o subsidios.
