Un reciente estudio del National Institute of Standards and Technology (NIST) revela que un reloj atómico ubicado sobre la superficie del Marte adelantaría, en promedio, 477 microsegundos por día respecto a un reloj idéntico en la Tierra.

La causa de este fenómeno radica en dos factores clave: la gravedad en Marte —cinco veces menor que la terrestre— y las peculiaridades de su órbita alrededor del Sol, mucho más excéntrica y variable. Grandes cuerpos gravitatorios como el Sol, la Tierra y la Luna también influyen en esta diferencia.

Aunque 477 microsegundos diarios parezcan insignificantes, con el tiempo la diferencia puede acumularse: a lo largo de un año marciano e incluso en misiones de larga duración, este desfase podría comprometer la sincronización de relojes entre la Tierra y Marte.

Este descubrimiento adquiere relevancia para futuras misiones tripuladas o robóticas al planeta rojo, donde sistemas de navegación, telecomunicaciones y sincronización requieren una precisión extrema. Los ingenieros deberán tener en cuenta este desfase temporal al diseñar sistemas de comunicación y navegación interplanetaria.