En varias comunidades residenciales, las personas que tienen perros y no cumplan con las normas de convivencia establecidas por la ley y los reglamentos internos del conjunto podrían enfrentarse a una multa de $711.750 pesos. Esta sanción hace parte de las medidas que buscan garantizar una buena convivencia entre los residentes y el bienestar colectivo en las zonas comunes.
La normativa vigente indica que los propietarios y tenedores de mascotas deben garantizar el control adecuado de sus animales, manteniéndolos con correa en áreas compartidas y cumpliendo con otros requisitos de seguridad, especialmente en el caso de perros catalogados como potencialmente peligrosos. El objetivo es evitar conductas molestas, peligrosas o que pongan en riesgo la tranquilidad de los demás vecinos.
Las administraciones de los conjuntos están facultadas para exigir el cumplimiento de estas reglas y, en caso de incumplimiento, aplicar las sanciones económicas correspondientes. En situaciones de reincidencia o cuando la conducta represente un riesgo significativo para la comunidad, también pueden ordenarse medidas adicionales para proteger la seguridad y la convivencia dentro del conjunto residencial.
