Un reciente estudio internacional reveló que realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado al día puede reducir hasta en un 40% el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Los especialistas explican que la actividad física regular mejora la circulación sanguínea, regula la presión arterial y fortalece el músculo cardíaco.
Los beneficios no solo se limitan al corazón: también se ha comprobado que el ejercicio disminuye el estrés, mejora la calidad del sueño y ayuda a mantener un peso corporal saludable. Actividades como caminar, trotar, montar bicicleta o practicar yoga son suficientes para generar un impacto positivo en la salud.
Los médicos recomiendan complementar la actividad física con una dieta balanceada, consumo adecuado de agua y evitar el sedentarismo prolongado. Además, insisten en la importancia de adaptar los ejercicios según la edad y las condiciones de cada persona.
Este estudio refuerza la idea de que pequeños cambios en la rutina diaria pueden marcar la diferencia en la prevención de enfermedades crónicas, mejorando el bienestar general y la expectativa de vida.
