El ranking dice que Jannik Sinner es el número uno y que acabará el año por delante de los demás. El tenis, sin embargo, se pone del lado de Carlos Alcaraz en el momento de decidir quién es el mejor de los dos.
Por sexta vez en 10 enfrentamientos, tercera esta temporada, Alcaraz decantó a su favor el duelo con el adversario que tendrá delante en la mayoría de grandes finales que le esperan en un esplendoroso futuro.
Carlos Alcaraz se coronó en Pekín, donde antes había reinado otro español, Rafael Nadal. La ventaja que tiene el pupilo de Juan Carlos Ferrero sobre el resto es que el resultado, si él está bien, depende única y exclusivamente de su raqueta.
Lo único que tiene mejor Sinner es el servicio y eso no le da para ganarle a Alcaraz ni en superficie dura, la favorita del transalpino donde esta temporada presenta 39 victorias.
El flamante campeón de Pekín, con un tanteo de 6-7(6), 6-4 y 7-6(3), en 3 horas y 21 minutos, se convierte en el primer tenista en ganar torneos de categoría 500 en las tres superficies: lo hizo antes en Río y Barcelona (tierra batida) y Queen’s (hierba).
Muchas estadísticas demuestran que Carlos Alcaraz es el mejor. Quizás la más insultante es el 8-1 contra adversarios del ‘top5’ en la presente temporada. Sólo se dejó el triunfo con Novak Djokovic en la final de los Juegos de París.
Jannik ganó la batalla psicológica del sorteo. Escogió restar sabedor que a su rival no le gusta empezar sacando. El italiano tuvo que salvar un 0-40 en su primer turno al saque. Alcaraz estaba dando continuidad a sus buenas actuaciones en el torneo chino. Fue Sinner quien amenazó después con romper el servicio del español en el tercer juego.
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El tenista de El Palmar aceleró hasta el 5-2 y sacó con 5-3 para anotarse el primer parcial. Su rival tiró de jerarquía y remontó para forzar la muerte súbita. En el camino, levantó un punto de set con 6-5, gracias a una certera volea. Parecía renqueante de su rodilla y gesticulaba, pero luego corría a todo.
El campeón de cuatro grandes se adelantó con un 6-4 en el ‘tie break’. Un saque directo y un resto ganador de derecha neutralizaron la segunda y la tercera bola de manga. Tantas oportunidades perdidas se pagan y Sinner se llevó el set a la primera tentativa con un error de revés procedente del otro lado de la red.
En la continuación, el guion cambió. Carlos Alcaraz tuvo su oportunidad para reengancharse con 3-3 y 15-40. Otras dos pelotas de rotura que se le escaparon (3 de 15) y dieron aire a su contrincante.
El primer favorito del cuadro disfrutó después de dos puntos para el 5-3 y saque. Falló y el murciano se liberó porque tardó un mundo en firmar el 4-4. Firmó las tablas en el marcador. La final empezaba de cero, pero con más de dos horas en las piernas.
Jannik parecía más cansado y por eso le señalizó el juez de silla una amonestación por retrasar su servicio en el tercer juego de la manga de desempate. Lo perdió. Alcaraz disfrutó de un 3-1 y 15-40. Un punto más hubiese significado la sentencia. Este no llegó y se pasó del 4-1 al 4-4. Es lo que tiene el tenis.
Una final tan igualada merecía terminar en otro ‘tie break’, el terreno favorito del tenista de San Cándido, que había sumado en positivo 17 de los últimos 18. Sinner se situó con un 3-0, pero el español, inmortal, le dio la vuelta con siete puntos seguidos.
Carlos Alcaraz acabó en marzo, en las semifinales de Indian Wells, con la racha de imbatibilidad del transalpino en 2024. Los 14 partidos ganados del tirón por parte del italiano desde Montreal ya son historia mientras que los nueve seguidos de Alcaraz siguen contando.