La financiación federal (“appropriations”) caduca a la medianoche del 30 de septiembre de 2025, lo que significa que si el Congreso no aprueba una ley que extienda el presupuesto (una “resolución continua” o “stopgap”) muchas agencias federales podrían quedarse sin fondos y detener operaciones.
En días recientes, el Senado rechazó varios proyectos de ley para mantener el gobierno abierto, elevando el riesgo de la paralización parcial.
Uno de los puntos álgidos del conflicto es el gasto en salud: los demócratas exigen que se restablezcan ciertos subsidios del Affordable Care Act (ACA) y se reviertan recortes en Medicaid como condición para votar a favor de cualquier medida de financiamiento.
Efectos y consecuencias esperadas
Furloughs (suspensión temporal de empleo) Se estima que unos 750,000 empleados federales podrían quedar en furlough cada día que dure el cierre.
Agencias afectadas en transporte / aviación La Administración Federal de Aviación (FAA) planea suspender a más de 11,000 empleados si el gobierno queda sin fondos. Muchos controladores de tráfico aéreo, personal de seguridad aeroportuaria (TSA) y otros continuarán trabajando, pero sin pago hasta que se restablezca la financiación.
Cortes en el sistema judicial Las cortes federales podrían no poder mantener operaciones normales más allá del 3 de octubre si no se garantiza financiamiento adicional.
Mercado financiero y organismos reguladores La paralización podría limitar el funcionamiento de entidades reguladoras, retrasar publicación de datos macroeconómicos, y generar incertidumbre en mercados financieros.
Calificación crediticia en riesgo La agencia europea de crédito “Scope” advierte que el cierre prolongado podría afectar negativamente la calificación soberana de EE. UU.