Después de cuatro años de ausencia, Nariño volvió a vibrar con la gimnasia artística. El pasado fin de semana, las instalaciones del colegio Luis Delfín Insuasty de Pasto se convirtieron en el escenario del Campeonato Departamental de Gimnasia, evento que reunió a cerca de 50 niños y niñas provenientes de tres municipios: Pasto, Ipiales y Policarpa.

Este certamen, respaldado por la Administración Departamental, marca un punto importante para la reactivación del deporte base en la región, especialmente para disciplinas que, como la gimnasia, dependen fuertemente de condiciones técnicas y espacios especializados.

Uno de los grandes impulsores de este retorno es José Luis Gutiérrez, técnico del Club Delfines Dorados de Pasto y miembro de la comisión técnica del evento. En diálogo con este medio, Gutiérrez destacó la importancia de volver a la presencialidad:

“Estamos retomando acciones luego de cuatro años sin eventos presenciales. Durante la pandemia fue realmente difícil mantener el nivel. Aunque entrenábamos de forma virtual, no es lo mismo. Los deportistas perdieron motivación, y sin un escenario propio fue más complejo sostener el proceso”, explicó.

Fortalecer el semillero

La suspensión de competencias afectó profundamente al semillero del deporte. Según Gutiérrez, muchos talentos se perdieron durante ese periodo. “La gimnasia fue uno de los deportes más golpeados. No contar con un espacio físico adecuado hizo que muchos niños abandonaran”, señaló.

Sin embargo, hoy el panorama es alentador. Con este primer campeonato departamental, se reactivó la motivación de los clubes y familias que ven en este deporte una oportunidad para el desarrollo físico, emocional y competitivo de sus hijos.

A pesar de algunas dificultades logísticas, como la coincidencia con vacaciones escolares, el torneo logró reunir a representantes de tres delegaciones.

“De Policarpa no pudieron venir muchos deportistas, lo mismo ocurrió con Ipiales y Pasto, debido al regreso reciente de vacaciones. Aun así, el evento fue un éxito y nos permitió visualizar el potencial que aún tenemos”, afirmó el técnico.

Función pedagógica

El certamen no solo cumplió una función competitiva, sino también pedagógica y de detección de talento. “Estamos trabajando en la formación desde los niveles básicos, uno y dos, que son las etapas iniciales de la gimnasia. Es un proceso integral y recreativo, pensado para que los niños se enamoren del deporte”, aseguró Gutiérrez.

Este campeonato es apenas el primer paso. En los próximos meses se desarrollará una segunda válida departamental, esta vez en el municipio de Ipiales, de donde saldrá la delegación que representará a Nariño en el Torneo Nacional de Gimnasia, previsto para octubre en la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander.

“El objetivo es llevar una delegación sólida en los niveles uno y dos, para así sumar puntos en el ranking nacional. Queremos estar presentes en los cuatro eventos clasificatorios que organiza la Federación Colombiana de Gimnasia”, explicó el entrenador.

Más allá de los resultados competitivos, el enfoque está en reconstruir la estructura de base del deporte en el departamento. “Necesitamos que más niños y niñas se acerquen a la Liga de Gimnasia. Queremos que vean en este deporte una posibilidad para crecer en todos los aspectos”, finalizó Gutiérrez.

Con este tipo de eventos, la gimnasia artística en Nariño empieza a escribir un nuevo capítulo, lleno de esperanza, disciplina y sueños por alcanzar.