Este sábado 13 de septiembre, el mundo celebra el Día Internacional del Chocolate, una fecha que rinde homenaje a uno de los alimentos más queridos y versátiles. En Colombia, esta jornada tiene un significado especial: el país no solo lo consume a diario, sino que también es tierra fértil para el cultivo del cacao, la semilla que le da origen.

Un origen con aroma colombiano

Colombia es reconocida por producir cacao fino de aroma, una categoría que destaca por su calidad y por los perfiles únicos que aportan las distintas regiones. Según la Federación Nacional de Cacaoteros, el cultivo se extiende por 30 departamentos, siendo Santander, Arauca, Huila y Tolima algunos de los más representativos.

Cada zona imprime su sello: Santander ofrece notas intensas y frutales, mientras que Arauca se distingue por matices florales. Esta diversidad convierte al chocolate colombiano en un producto valorado dentro y fuera del país.

Del campo a la barra

El proceso de elaboración del chocolate comienza con la cosecha de las mazorcas, seguido por la fermentación y el secado de las semillas. Luego, se tuestan y muelen para obtener la pasta de cacao, que se mezcla con azúcar, leche y otros ingredientes. En Colombia, además de las grandes marcas, los emprendimientos artesanales han ganado terreno, resaltando el origen y las cualidades de cada región.

Más que sabor: una tradición viva

El chocolate forma parte de la cotidianidad colombiana. Desde la clásica taza santafereña con queso hasta postres, salsas y helados, su presencia en la mesa es constante. Esta versatilidad lo ha convertido en protagonista de ferias gastronómicas y en símbolo de identidad cultural.

Motor económico y social

Miles de familias campesinas dependen del cacao como fuente principal de ingresos. Además, programas de sustitución de cultivos ilícitos han encontrado en él una alternativa sostenible. La calidad del grano colombiano ha fortalecido su presencia en mercados internacionales, posicionando al país como referente global.

Beneficios que se disfrutan

El chocolate, especialmente el que contiene alto porcentaje de cacao, aporta antioxidantes, magnesio y teobromina. Estos compuestos ayudan a mejorar el estado de ánimo, proteger el corazón y estimular la concentración.

Este Día Internacional del Chocolate es una invitación a saborear, apoyar a los productores locales y reconocer el valor de un alimento que conecta historia, salud y desarrollo. En cada tableta hay mucho más que dulzura: hay cultura, trabajo y futuro.