Una solicitud de amistad en Facebook desató el horror en la vida de una niña de 12 años en Neiva, Huila. Lo que parecía una simple conversación virtual con una supuesta amiga, terminó en una pesadilla de abuso, amenazas y explotación sexual. La menor fue engañada por adultos que operaban tras un perfil falso y que, mediante intimidaciones, lograron someterla a tres encuentros sexuales. La identidad de la víctima fue reservado debido a prohibición impuesta por la norma constitucional y penal pero que para efectos de la presente redacción se llamará ficticiamente como Camila Ortiz.
Todo comenzó con conversaciones aparentemente inocentes. Sin embargo, con el tiempo, los mensajes se volvieron explícitos. Ante la negativa de la menor a enviar imágenes íntimas, los agresores comenzaron a amenazarla con matar a su familia. La coacción funcionó: la niña accedió a sus demandas, iniciando así una cadena de abusos.
Los violadores incluso la recogían en su colegio, llevándola a lugares donde cometían los delitos. Allí la obligaban no solo a mantener relaciones sexuales, sino a grabar los actos para enviarlos al supuesto contacto de Facebook. Durante semanas, la menor vivió en silencio por miedo, hasta que una prima descubrió los mensajes en su celular.
Inmediatamente, la familia dio aviso a las autoridades. La Fiscalía General de la Nación y la Seccional de Infancia y Adolescencia de la Policía Metropolitana de Neiva ya adelantan una investigación exhaustiva para identificar y capturar a los responsables. El caso ha generado profunda indignación en la comunidad y pone sobre la mesa la urgencia de reforzar la educación digital y la vigilancia en el uso de redes sociales por parte de menores.

