El presidente Gustavo Petro anunció la aprobación del proyecto Tren de Zipaquirá, una de las obras de infraestructura más ambiciosas del actual gobierno, destinada a conectar la Sabana de Bogotá con la capital, reducir las emisiones contaminantes y mejorar la movilidad de más de 1,3 millones de personas. La iniciativa recibió el aval del Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES), que la declaró de importancia estratégica, lo que permitirá la gestión y asignación de recursos para su ejecución.

Con una inversión total de 17,45 billones de pesos, el Gobierno Nacional financiará 11,9 billones, equivalentes al 68,4 % del costo total del proyecto. El tren recorrerá 48,9 kilómetros y contará con 17 estaciones a lo largo de su trazado, conectando Zipaquirá con Bogotá y varios municipios intermedios de la Sabana norte, como Chía, Cajicá y Tocancipá. La obra está concebida para movilizar más de 187.000 pasajeros al día, contribuyendo a reducir los tiempos de desplazamiento y a mejorar la calidad de vida de la población que diariamente se traslada hacia la capital.

Entre los beneficios ambientales, se estima que el proyecto permitirá reducir más de 60.000 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) al año, posicionándolo como una alternativa de transporte limpia, moderna y sostenible frente al uso masivo de vehículos particulares y buses intermunicipales que actualmente saturan los corredores viales de Cundinamarca.

Durante la presentación, el presidente Petro destacó que el Tren de Zipaquirá no solo es una solución de movilidad, sino también un pilar para la reindustrialización del país. Lo comparó con el Tren de Buenaventura a Palmira, asegurando que ambos proyectos son esenciales dentro de su visión de conectar las regiones productivas con los principales puertos y centros urbanos. Petro explicó que este nuevo tren constituye el primer tramo de la futura “troncal del Cauca”, un corredor férreo que busca extenderse desde el centro del país hasta el Caribe colombiano, integrando el Magdalena Medio y fomentando un nuevo modelo logístico nacional.

El mandatario subrayó que el éxito del sistema ferroviario dependerá de ordenar sus fases con criterios de eficiencia económica, y no bajo presiones o intereses inmobiliarios. También cuestionó las restricciones presupuestales derivadas de subsidios y decisiones políticas que, según él, han obstaculizado históricamente la consolidación de una red ferroviaria moderna en Colombia.

El Ministerio de Transporte reiteró que el Tren de Zipaquirá forma parte de la estrategia nacional de reactivación del sistema férreo, que contempla el desarrollo de corredores de pasajeros y de carga en diferentes regiones del país. La meta es promover un modelo de transporte intermodal, menos contaminante y más eficiente, que contribuya a reducir la dependencia del transporte por carretera y mejore la competitividad económica.

La Gobernación de Cundinamarca y el Gobierno Nacional coincidieron en que esta obra marcará un hito en la integración regional, al conectar municipios estratégicos con Bogotá, impulsar el desarrollo urbano sostenible y fortalecer la economía local. Con su puesta en marcha, el Tren de Zipaquirá busca convertirse en el proyecto emblemático del nuevo sistema ferroviario colombiano, alineado con la política nacional de movilidad verde, descarbonización y transición energética.

En síntesis, el Tren de Zipaquirá representa mucho más que un medio de transporte: es una apuesta estructural por la transformación económica, ambiental y social del centro del país. Conecta la visión de un Colombia interconectada por trenes modernos con el objetivo de revivir la infraestructura férrea nacional, impulsar la industria y avanzar hacia una movilidad sostenible que acerque a la Sabana a una nueva era de desarrollo.