El Gobierno Nacional de Colombia ha propuesto un incremento en el impuesto al carbono, medida que busca desincentivar el uso de combustibles fósiles y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este impuesto, vigente desde 2017, se aplica a la venta, importación o autoconsumo de combustibles fósiles como gasolina, queroseno, jet fuel, ACPM y fuel oil.
Incremento Propuesto y su Alcance
Recientemente, se ha planteado un aumento significativo en el impuesto al carbono para ciertos combustibles. Por ejemplo, para el ACPM, utilizado principalmente en el transporte de carga, el impuesto pasaría de $211 a $447 por galón, lo que representa un incremento del 112%.
Impacto en el Departamento de Nariño
El departamento de Nariño, por su ubicación fronteriza y su dependencia del transporte terrestre para el comercio y abastecimiento, podría verse especialmente afectado por este incremento. El aumento en el costo del ACPM implicaría mayores gastos operativos para los transportadores de combustible y mercancías en la región. Estos costos adicionales podrían trasladarse a los precios finales de los productos, afectando la economía local y el costo de vida de los habitantes.
Reacciones del Sector Transportador
Fedetranscarga, gremio que representa a los transportadores de carga, ha expresado su preocupación por el impacto económico que este incremento tendría en el sector. Según sus estimaciones, la recaudación por este impuesto aportaría al Estado $2.8 billones entre 2025 y 2027, provenientes principalmente de los transportadores y empresas vinculadas.
Si bien el objetivo del impuesto al carbono es ambientalmente positivo, es crucial que el Gobierno considere mecanismos de mitigación para regiones como Nariño, donde el impacto económico podría ser más pronunciado. La implementación de subsidios, incentivos para la transición a energías limpias o programas de apoyo al sector transportador podrían ser medidas necesarias para equilibrar los objetivos ambientales con la realidad económica de las regiones afectadas.