En la terminal terrestre de la ciudad de Tulcán, provincia de Carchi (Ecuador), las autoridades interceptaron un cargamento con aproximadamente 2.900 ejemplares disecados de caballitos de mar, lo que desató un operativo que vincula el suceso con una posible red internacional de tráfico de fauna silvestre.
El hallazgo se produjo al revisar una encomienda que presentaba irregularidades y viajaba desde la región costera hasta la frontera con Colombia, desde donde se presume podría salir hacia mercados internacionales. El peso aproximado del envío fue de unos 10 kilos, lo que según estimaciones incrementa la magnitud del comercio ilícito detrás de estas especies.
La cartera ambiental activó protocolos legales, acordando custodia de los ejemplares y apertura de investigación. El hecho pone en alerta la vulnerabilidad de especies marítimas que, aunque no comunes en el tránsito terrestre, son objeto de captura, transporte y comercialización clandestina.
Las autoridades llaman a reforzar los controles en puntos clave de tránsito, especialmente en regiones limítrofes, y a la ciudadanía a reportar cualquier indicio de comercio irregular de fauna. Este caso evidencia una nueva modalidad de explotación que impacta tanto a los ecosistemas marinos como a la integridad de la biodiversidad nacional.