En el corazón de Pasto, la Cruz Roja Colombiana Seccional Nariño teje desde hace 58 años una historia marcada por la solidaridad, la entrega y la humanidad. No se trata solo de una institución, sino de una familia amplia y diversa, formada por manos que se ofrecen cuando todo parece derrumbarse y por corazones que laten al ritmo de la esperanza.
Aunque su instalación oficial data del 4 de noviembre de 1967, la huella de la Cruz Roja en Nariño se remonta incluso más atrás. Los registros evocan su presencia en 1923, cuando los voluntarios asistieron a las víctimas de los temblores de Cumbal. También en 1932, cuando tendieron ayuda a las familias golpeadas por el conflicto fronterizo con el Perú. Desde entonces, su labor se ha hecho presente en cada tragedia, cada emergencia, cada necesidad silenciosa.
Hoy, la Cruz Roja en Nariño continúa extendiéndose a cada rincón del departamento, llevando alivio, acompañamiento y formación. Su misión sigue intacta: prevenir y aliviar el sufrimiento humano, sin distinción alguna.
A quienes han vestido su emblema: voluntarios, donantes, líderes y amigos este aniversario no solo celebra el tiempo transcurrido, sino el compromiso vivo de seguir siendo refugio, puente y esperanza.

