En el diario vivir y alimentación Incluir más alimentos vegetales como nueces, té verde y verduras de hoja verde en nuestra dieta diaria. Considerar reemplazar una parte de las comidas menos saludables por opciones vegetal-ricas. Acompañar la alimentación saludable con otros hábitos que apoyan la salud cerebral: sueño suficiente, actividad física, control del estrés. Pensar en la alimentación como inversión a largo plazo: más allá de «estar bien hoy», también es «estar bien mañana la nutrición no solo impacta el cuerpo (peso, metabólico) sino también la salud del cerebro y el envejecimiento cognitivo. Porque propone un patrón alimentario accesible: enfatiza vegetales, nueces y alimentos de origen vegetal, más que dietas extremas. Porque empodera: no es solo “evitar lo malo”, sino “adoptar lo bueno” de forma concreta.