Fernando Ramírez: una fusión de lo técnico y empresarial
La reciente precandidatura de Fernando Ramírez, empresario pastuso y actual
propietario del Hotel Fernando Plaza, a la Cámara de Representantes por Nariño ha
comenzado a agitar las aguas en el tablero político del departamento. Ramírez, un
nombre conocido en el sector empresarial, integrante de la junta directiva de la Cámara
de Comercio de Pasto, aparece ahora respaldado por una curiosa alianza entre el Partido
Liberal y el Partido Verde, dos sectores que en teoría representan una apertura
progresista y de centro-izquierda.
Sin embargo, más allá de los colores que hoy lo arropan, su trayectoria y conexiones
revelan un ADN político distinto. Ramírez es ampliamente reconocido por haber sido
cercano a las toldas del Partido Conservador, en especial a la desaparecida casa política
de Eduardo Enríquez Maya, uno de los hombres más poderosos del conservatismo
nariñense en las últimas décadas. Este cruce de filiaciones levanta una serie de
preguntas: ¿es Fernando Ramírez un candidato de renovación real o una carta
estratégica de las viejas estructuras políticas que buscan reciclarse bajo nuevos logos?
En términos de posibilidades, Ramírez cuenta con dos activos fuertes: su presencia en el
sector empresarial y su red de relaciones acumulada en la Cámara de Comercio. No
obstante, su falta de trayectoria política visible y la ambigüedad ideológica podrían
jugarle en contra frente a un electorado cada vez más exigente.
En Nariño, la historia reciente demuestra que el electorado aún responde a estructuras
tradicionales, pero también empieza a castigar la incoherencia.
