Mario Díaz-BalartMario Díaz-Balart

La relación entre Colombia y Estados Unidos atraviesa un nuevo momento de alta tensión tras la presentación oficial de un proyecto de ley estadounidense que busca reducir considerablemente la ayuda financiera al país suramericano. El autor de la controversial iniciativa es el congresista republicano Mario Díaz-Balart, quien ha sido blanco reciente de fuertes críticas por parte del presidente colombiano Gustavo Petro, quien llegó a acusarlo públicamente de buscar su derrocamiento.

La propuesta de Díaz-Balart contempla un recorte del 22% en la asistencia exterior de Washington para el año fiscal 2026, afectando a varios países, entre ellos Colombia, bajo el argumento de que la cooperación debe alinearse solo con naciones que compartan los intereses y valores estratégicos de Estados Unidos. La justificación principal de Díaz-Balart radica en su percepción de que la administración Petro ha fracasado en frenar la violencia política, el deterioro económico y la expansión de redes criminales transnacionales.

El proyecto fue presentado en la Cámara de Representantes como parte del paquete de Asignaciones de Seguridad Nacional y carecería de restricciones para aliados “estratégicos” como Israel, Egipto, Jordania y Taiwán. Sin embargo, para Colombia significaría una reducción drástica de los recursos destinados históricamente a cooperación en seguridad, lucha antidrogas, asistencia humanitaria y desarrollo institucional.

Durante la presentación, el congresista Díaz-Balart fue enfático en exigir que la ayuda exterior de EE.UU. no continúe destinándose a países “que no promueven intereses compartidos”, aludiendo de manera directa a la actual administración colombiana. El republicano insistió en que es momento de reenfocar la política exterior estadounidense bajo un enfoque “más seguro, fuerte y próspero”, retomando principios del llamado “América Primero”.

Hace pocas semanas, el presidente Petro acusó a Mario Díaz-Balart de organizar reuniones y articular supuestos planes para sacarlo del poder. Petro advirtió al congresista que cualquier intento de injerencia podría “desencadenar la revolución colombiana”. Por su parte, Díaz-Balart ha negado estar detrás de un complot, mientras mantiene su postura crítica contra el gobierno colombiano.

De avanzar este proyecto en el Congreso estadounidense, Colombia enfrentaría incertidumbres sobre la continuidad de programas clave que han sostenido la cooperación bilateral durante décadas. Además, la propuesta abre un capítulo de mayor crispación política en la ya compleja relación entre Washington y Bogotá, marcada últimamente por acusaciones cruzadas y un distanciamiento en las agendas diplomáticas.