INTERNACIONAL

Colombiana asesinada en Miami: María Camila García

Colombiana asesinada en Miami: María Camila García

María Camila García Molina, joven madre colombiana, fue asesinada en Miami. Su hija fue hallada sola con rastros de sangre, lo que condujo al macabro hallazgo. El exnovio es el principal sospechoso. El caso genera alarma sobre la violencia de género y fallas en la protección. El asesinato de María Camila García Molina, una joven madre colombiana de 24 años, ha conmocionado a la comunidad latina en Estados Unidos y a toda Colombia. Su feminicidio ocurrió el 24 de abril de 2025 en Miami, Florida, cuando fue encontrada sin vida dentro de su vehículo, con múltiples heridas de arma blanca. La tragedia fue descubierta gracias a su hija de tres años, quien apareció sola en el estacionamiento del complejo residencial donde vivían, con sangre seca en el rostro y la ropa. La pequeña fue vista por una vecina que, al reconocer la situación, la llevó a casa de su abuela. Fue entonces cuando se alertó a las autoridades y se localizó el cuerpo de María Camila. El principal sospechoso del crimen es Joy Chandra Nath, exnovio de la víctima, de 29 años, quien ha sido arrestado y acusado de asesinato en segundo grado y abuso infantil. Según el informe policial, Nath había estado acosando a María Camila desde que ella decidió terminar la relación en noviembre de 2024. El acoso incluyó el uso de un Apple AirTag para rastrear sus movimientos. Aunque ella solicitó una orden de restricción, esta fue anulada debido a que no asistió a la audiencia. Días antes del asesinato, Nath habría confrontado al nuevo novio de la joven en un centro comercial. La comunidad clama por justicia y por una revisión urgente a los protocolos de protección a víctimas de violencia de género. María Camila, recordada como una madre amorosa y trabajadora, deja una niña huérfana y una familia destrozada. Se ha abierto una campaña en GoFundMe para apoyar económicamente a los seres queridos de la víctima.

maduro

Maduro es acusado de graves violaciones a los DD.HH.

Human Rights Watch (HRW) publicó un alarmante informe que detalla la brutal represión ejercida por la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela, con el objetivo de perpetuarse en el poder tras las elecciones fraudulentas. El documento, basado en cien entrevistas con víctimas, familiares, testigos y organizaciones de derechos humanos, y la verificación de videos y fotografías, documenta asesinatos, torturas, desapariciones y detenciones arbitrarias.   La organización denuncia asesinatos cometidos durante las protestas que exigían el reconocimiento del triunfo electoral de Edmundo González Urrutia, con informes creíbles de 25 asesinatos, la mayoría, de manifestantes jóvenes y de bajos recursos. Detenciones ilegales HRW también documentó desapariciones forzadas y abusos en centros de detención, con más de 2000 personas detenidas desde las elecciones, muchas de ellas sin orden de arresto y en situaciones que constituyen desapariciones forzadas según el Derecho Internacional Humanitario.   El informe detalla torturas y malos tratos a presos políticos, incluyendo palizas, descargas eléctricas, asfixia y aislamiento en celdas de castigo. HRW denuncia la detención ilegal de niños y adolescentes, algunos de los cuales fueron golpeados y maltratados, y la detención arbitraria de opositores políticos, acusados de «terrorismo» e «incitación al odio». La líder opositora María Corina Machado es mencionada como víctima de detención arbitraria y desaparición forzada. HRW insta a la comunidad internacional a reafirmar su compromiso con la democracia y los derechos humanos en Venezuela, y a presionar para que el régimen de Maduro rinda cuentas por las atrocidades cometidas. Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de HRW, afirmó que el gobierno venezolano «ha asesinado, torturado, detenido y desaparecido a personas que apostaron por la democracia en Venezuela».  

Un reciente atentado en Cachemira dejó 26 muertos, India busca castigar a los responsables

Escala el conflicto Indo-paquistaní y hay preocupación mundial

La ya volátil relación entre India y Pakistán, dos potencias nucleares, ha entrado en una fase de extrema tensión después de que el ministro de Información paquistaní, Attaullah Tarar, alertara sobre la existencia de «inteligencia creíble» de un inminente ataque militar por parte de India. Islamabad teme que Nueva Delhi utilice como pretexto el reciente atentado que cobró la vida de 26 personas en Pahalgam, en la Cachemira administrada por India, para lanzar una ofensiva en las próximas 24 a 36 horas. Tarar advirtió que cualquier acto de agresión recibirá una respuesta «decisiva» y que India será «plenamente responsable de las graves consecuencias en la región». Preocupación internacional Estados Unidos, a través de su portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, anunció que el secretario de Estado, Marco Rubio, contactará a sus homólogos indio y paquistaní para instar a la moderación y evitar una escalada. Washington ha expresado su preocupación después de que el primer ministro indio, Narendra Modi, autorizara a sus fuerzas armadas a preparar una posible operación de represalia, definiendo objetivos y el momento de la respuesta al atentado. También el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha intervenido para intentar rebajar la tensión. Guterres mantuvo conversaciones telefónicas separadas con el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, y el ministro de Asuntos Exteriores indio, Subrahmanyam Jaishankar, expresando su profunda preocupación por el incremento de la hostilidad y la necesidad de evitar una confrontación con «consecuencias trágicas». Guterres ofreció los buenos oficios de la ONU para facilitar la desescalada y reiteró su condena al atentado de Pahalgam, instando a ambas partes a actuar con «máxima responsabilidad». Sharif, en su diálogo con Guterres, pidió a la ONU que aconsejara a India moderación, asegurando que Pakistán defenderá su soberanía «con todas sus fuerzas» ante cualquier agresión. La tensión sobre el terreno también se ha intensificado desde el atentado, con reportes de tiroteos esporádicos entre soldados indios y paquistaníes a lo largo de la Línea de Control que divide Cachemira. Además, las relaciones diplomáticas se han deteriorado significativamente, con la retirada de visas, el cierre de pasos fronterizos y la reducción de la representación diplomática por parte de India, a lo que Pakistán respondió con medidas recíprocas. La región de Cachemira, históricamente un punto álgido de conflicto entre ambas potencias nucleares desde su independencia en 1947, se encuentra nuevamente al borde de una confrontación de imprevisibles consecuencias.

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