Ovidio Guzmán López, hijo del famoso narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable ante un tribunal federal en Chicago tras alcanzar un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos The Washington Post.

En este acuerdo, Guzmán López admitió su participación en una conspiración para traficar drogas —incluyendo fentanilo, cocaína y heroína— así como su participación en actos violentos para proteger las operaciones del cártel. La fiscalía destacó que dicha cooperación podría ser decisiva para desmantelar la infraestructura del Cártel de Sinaloa.

El pacto de culpabilidad podría salvarlo de una sentencia obligatoria de cadena perpetua por uno de los cargos, aunque enfrentará un mínimo de 10 años de prisión por otro cargo adicional. La decisión final sobre su sentencia dependerá del juez a cargo.

Durante una conferencia, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, expresó su descontento ante lo que consideró una incongruencia de EE.UU.: por un lado clasifican a los cárteles como organizaciones terroristas, pero, por otro, hacen acuerdos de culpabilidad con sus líderes.

Este caso marca un momento clave en la estrategia estadounidense para debilitar al poderoso Cártel de Sinaloa, conocido también como “Los Chapitos”, facción encabezada por los hijos de “El Chapo” tras su arresto.