La senadora Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico, denunció públicamente al representante Miguel Polo Polo, a quien acusó de tener un récord alarmante de ausentismo en el Congreso mientras sigue recibiendo, sin descuentos, su sueldo mensual de casi 50 millones de pesos. Hernández lo calificó como el “rey de los vagos” y afirmó que “roba al país”, ya que de 505 votaciones en plenaria, Polo Polo se ausentó en 317, es decir, no participó en el 63% de las decisiones legislativas. Además, ya acumula 72 inasistencias en total, incluidas ocho plenarias perdidas en el nuevo periodo que apenas lleva dos meses.
La congresista cuestionó que el representante no cumpla con la mínima obligación de asistir a las dos plenarias semanales, lo que, según ella, constituye una forma de robar al erario público. En respuesta a esta situación, anunció la radicación de un proyecto de ley llamado “No más Polo Polos”, con el objetivo de sancionar severamente a los congresistas ausentistas mediante descuentos salariales y otras medidas.
Los señalamientos contra Polo Polo no son nuevos. Se ha denunciado que en la Comisión Primera, donde se debaten asuntos clave como la paz total y la reforma política, el congresista tampoco participa activamente. Incluso, algunos de sus colegas aseguran que “llega, firma y se va” o que solo aparece cuando hay cámaras de prensa.
Por su parte, Polo Polo se defendió alegando que sus ausencias se deben a compromisos judiciales —afirmando que enfrenta 14 demandas en el Consejo de Estado y la Corte Suprema, además de haber interpuesto 18 denuncias por amenazas— y a problemas de salud. Señaló que estuvo hospitalizado por afecciones cardíacas, aunque un derecho de petición demostró que solo ha presentado excusas médicas en dos ocasiones.
La controversia ha generado indignación dentro y fuera del Congreso, pues mientras el país atraviesa múltiples crisis sociales y económicas, se cuestiona que el representante no cumpla con su labor legislativa y que, en cambio, esté utilizando su cargo como una plataforma mediática o un espacio de “turismo político”.
Hernández concluyó su denuncia con un mensaje contundente: “No más Polo Polos cobrando sin trabajar. Que la vagancia no siga premiándose con plata del pueblo”. Su intervención ha abierto un fuerte debate sobre el ausentismo en el Congreso y el papel de los congresistas en la representación ciudadana.
