Para 2024, el 76% de las empresas latinoamericanas planeaban contratar nuevo personal por las renuncias de sus trabajadores, según un estudio de la firma Pandapé.
Pero ya sea por decisión propia o por un despido, además de la preocupación por encontrar un nuevo empleo y tener un colchón mientras se logra, hay un ítem que es fundamental a la hora de salir de un trabajo: hacerlo en buenos términos dejando las puertas abiertas. Pero, ¿por qué es tan importante hacer esto?
Claudia Chianese, profesora de EAE Business School, aseveró que “el mundo es un verdadero pañuelo” y “por mi experiencia de más de 25 años en el mundo de los recursos humanos y de la gestión de las personas, cuando te mueves en un determinado sector, es muy probable que te vuelvas a encontrar con antiguos compañeros de trabajo, máster o vecinos y conocidos en futuras oportunidades profesionales, por lo tanto, es fundamental haberse desvinculado de la mejor forma, de manera digna y educada”.
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Por tal motivo, manejar sabiamente el proceso de desvinculación de una empresa garantiza futuras oportunidades, tanto para el profesional que se marcha como para la misma empresa, su reputación y employer branding. Este enfoque no solo ayuda al profesional a mantener su dignidad y relaciones, sino que también preserva la reputación de la empresa en el sector.
Transparencia
Sobre las estrategias para gestionar los conflictos emocionales asociados con un despido o renuncia, el experto sugiere el uso de servicios de outplacement y la oferta de recomendaciones específicas.
Estas acciones pueden facilitar una transición más suave y ayudar al profesional a encontrar nuevas oportunidades de manera más eficiente.
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Chianese aseveró que “tanto si se trata de un despido colectivo, como de uno individual improcedente por razones de recorte, es positivo ofrecer algún tipo de recomendación, desde una carta genérica a algo más específico y algún tipo de contacto concreto, si consideramos que el empleado pueda encajar bien o mejor en algún contexto u otra organización que conocemos”.
Así mismo, la comunicación efectiva y la transparencia son esenciales durante el proceso de salida de una empresa. Esta debe ser personalizada y llevada a cabo por alguien con habilidades en inteligencia relacional y comunicación efectiva, entendiendo el perfil de cada trabajador, su emocionalidad y capacidad de reacción.
Esto no sólo mitiga el impacto emocional en el empleado, sino que también ayuda a mantener una relación profesional positiva.
Una oportunidad
Según la experta, aunque quedarse sin trabajo es una experiencia difícil, desafiante y a veces traumática, es recomendable verla también como una oportunidad de desarrollo y crecimiento profesional, promoviendo una actitud resiliente ante la adversidad.
Se debe vivir el duelo, por supuesto, pero una vez superado, analizar la situación, examinar el porqué de la renuncia o los motivos del despido, y rescatar de allí lecciones positivas para la siguiente oportunidad laboral que venga.
Esto es, en pocas palabras, resiliencia, que para la experta es una de las competencias fundamentales en este siglo para sobrevivir al mundo laboral, especialmente después de haber superado una prueba tan difícil como la pandemia del COVID-19.