Un médico endocrinólogo —también culturista y con fuerte presencia en redes sociales— fue detenido el 26 de noviembre de 2025 por estar al frente de una red internacional de tráfico de hormonas del crecimiento, testosterona y otros fármacos dopantes. Diario ABC+2Europa Press+2
Las autoridades intervinieron 2.500 viales de hormona del crecimiento, 40.000 comprimidos, más de 500 pastillas vigorizantes, así como 250 000 euros en efectivo, dinero en criptomonedas, bienes de lujo, inmuebles y vehículos que habrían sido adquiridos con los beneficios de la red. deia.eus+2Diario ABC+2
En total, nueve personas fueron detenidas —ocho hombres y una mujer— de entre 34 y 74 años, luego de 13 registros en varias poblaciones. Diario ABC+1
🧪 Qué hacían y por qué es peligroso
El médico utilizaba su autoridad y su reputación —como figura del fitness en redes— para captar clientes. Ofrecía terapias hormonales (hormona de crecimiento, testosterona) que no tenían justificación médica, y los enviaba ilegalmente, incluso desde el extranjero, muchas veces ocultos en envases de cosméticos. Europa Press+2La Razón+2
Se ofrecían estos productos como métodos para mejorar la musculatura o el rendimiento físico —algo común en ámbitos de culturismo o fitness —, pero sin controles, lo que implica riesgos muy graves para la salud: alteraciones hormonales, problemas cardiovasculares, infertilidad, trombosis, daño hepático, efectos adversos impredecibles. Europa Press+2La Razón+2
🔎 Qué significa este golpe policial
Es una señal clara de que las autoridades van tras redes de dopaje y tráfico de medicamentos ilegales, incluso cuando los promotores son profesionales de la salud o figuras públicas —demuestra que la ley puede alcanzar a “influencers” del fitness.
También alerta sobre los peligros del consumo no regulado de hormonas, “terapias” que prometen resultados rápidos o estéticos sin supervisión médica: lo barato —o lo “fácil”— puede traducirse en graves consecuencias sanitarias.
A su vez, visibiliza un problema mayor: la demanda sostenida de sustancias para mejorar el cuerpo —musculatura, rendimiento, estética — y la proliferación de canales clandestinos que buscan satisfacerla, muchas veces con fines de lucro y sin escrúpulos.