El presidente Gustavo Petro calificó como una “intromisión a la soberanía” el mensaje publicado por el senador estadounidense Marco Rubio, quien cuestionó el fallo judicial emitido contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez y sugirió que detrás de la condena hubo motivaciones políticas.
Rubio, a través de su cuenta en la red social X, manifestó su respaldo a Uribe tras la decisión de la jueza Sandra Liliana Heredia, quien lo halló culpable por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal. “El único delito del expresidente colombiano Uribe ha sido defender a su patria. La instrumentalización del poder judicial colombiano por jueces radicales es un precedente preocupante”, escribió el legislador.
La reacción del jefe de Estado colombiano no se hizo esperar. En un pronunciamiento oficial, Petro subrayó que las declaraciones del funcionario estadounidense representan una vulneración de la autonomía del sistema judicial nacional. “Es una intromisión en los asuntos internos de otro país. Atenta contra nuestra soberanía”, afirmó el mandatario.
El presidente también insistió en que las instituciones judiciales colombianas actúan con independencia y recordó que muchos jueces y fiscales han sido asesinados en el cumplimiento de su deber. “No se puede presionar ni amenazar a la justicia. Esa es una actitud propia de las mafias, no de quienes respetan los principios democráticos”, advirtió.
Desde la Cancillería, la ministra encargada Rosa Villavicencio respaldó la posición del Gobierno y pidió respeto por las decisiones de los jueces colombianos. “La intromisión en procesos judiciales locales desconoce la independencia de nuestra justicia”, señaló en un comunicado.
El día en que se conoció el fallo contra Uribe, Petro ya había pedido acatar la decisión del tribunal y evitar cualquier tipo de presión indebida. “Se debe respetar la justicia, incluso si no se está de acuerdo con ella. Lo contrario es retroceder a la barbarie”, escribió en X.
Asimismo, el presidente denunció que algunos sectores habrían intentado incidir en la decisión judicial por vías no legítimas, lo que, en su opinión, revela una preocupante falta de compromiso con los valores democráticos.
Petro enfatizó que su gobierno no interfiere en las decisiones del poder judicial, ni por razones políticas, ideológicas, sexuales o religiosas, y rechazó cualquier señalamiento que indique lo contrario. “No permitiremos que actores externos, por influyentes que sean, deslegitimen nuestras instituciones”, concluyó.
Hasta el momento, el Gobierno de Estados Unidos no ha emitido un pronunciamiento adicional frente a la controversia, mientras el comentario de Rubio sigue generando reacciones en los ámbitos político y diplomático de Colombia.