La influencer Aida Victoria Merlano protagoniza uno de los escándalos más complejos del país, un caso que entrelaza la farándula, el derecho y la política. La creadora de contenido fue condenada a una pena de prisión (una sentencia inicial de siete años y seis meses) por su presunta participación en la sonada fuga de su madre, la excongresista Aída Merlano.

Este escándalo es largo porque la batalla legal no ha terminado. Su defensa continúa apelando la decisión y el caso está escalando hacia la Corte Suprema de Justicia, lo que garantiza un seguimiento periodístico por meses e incluso años. Paralelamente, Merlano mantiene una relevancia absoluta en el mundo digital, generando un debate constante sobre si la fama puede desafiar las decisiones judiciales y si la justicia es igual para todos.

Recientemente, el escándalo ha sumado un capítulo de drama personal: Merlano ha utilizado sus plataformas para ventilar públicamente problemas con su expareja, acusándolo de supuesta falta de apoyo económico para su hijo. Esta combinación de un proceso legal de alto calibre con la exposición íntima de su vida privada la convierte en una fuente inagotable de contenido.