En un acto que reunió a instituciones, colectivos sociales y ciudadanos, Ipiales dio inicio a la Agenda Ambiental Interinstitucional. El eje central del encuentro fue la protección del Río Blanco, principal fuente de agua potable para la ciudad y zonas rurales cercanas.
La jornada contó con la participación de la empresa Empoobando, juntas de acción comunal, expertos ambientales y líderes comunitarios, quienes coincidieron en que el cuidado del agua es un deber compartido. Se insistió en la necesidad de generar conciencia colectiva sobre su valor.
El Río Blanco no solo abastece a miles de hogares, sino que también es un ecosistema estratégico que alberga flora y fauna esenciales. Sin embargo, enfrenta serias amenazas como la deforestación, la contaminación y el crecimiento urbano desordenado.
Especialistas advirtieron que, sin medidas urgentes, la calidad y cantidad del agua podría disminuir, afectando la salud pública y el desarrollo sostenible. Se hizo un llamado a la acción inmediata por parte de todos los sectores de la sociedad.
Uno de los puntos más destacados fue la propuesta de incluir a la ciudadanía en procesos de protección y restauración ambiental. Desde la educación en escuelas hasta campañas de sensibilización, la Agenda plantea una transformación cultural.
La gerente de Empoobando, Rubí Chamorro, señaló que “proteger el agua es proteger la vida”, destacando que este tipo de iniciativas deben replicarse en todo el país. Afirmó que la Agenda marca un antes y un después en la gestión hídrica local.
Entre las acciones contempladas están la restauración de zonas críticas, la creación de redes de guardianes del agua y el fortalecimiento de sistemas de monitoreo. También se impulsarán alianzas con universidades para investigaciones enfocadas en sostenibilidad.
La Agenda no solo apunta al cuidado ambiental, sino que busca articularse con los sectores productivos. Se planteó que las actividades económicas deberán alinearse con prácticas sostenibles que no pongan en riesgo las fuentes hídricas.
Durante el evento, se remarcó que el agua no es un recurso ilimitado. Se propuso cambiar la percepción colectiva y adoptar hábitos responsables en el consumo, el manejo de residuos y la recuperación del entorno natural.
