Las autoridades de Cartagena confirmaron la captura de un ciudadano de nacionalidad china tras el hallazgo de 26 aletas de tiburón en un restaurante ubicado en el sur de la ciudad. El material estaba envuelto en papel y bolsas negras, listo para su comercialización ilegal.

De acuerdo con la Policía Metropolitana, este caso estaría relacionado con una red de tráfico de aletas de tiburón que opera en varias ciudades del país y que genera graves afectaciones al medio ambiente.

El tráfico ilegal de aletas

A pesar de que en Colombia está prohibida la pesca y comercialización de tiburones y sus partes, esta práctica persiste debido a las millonarias ganancias que genera en el mercado internacional. Según expertos, en lugares como Hong Kong un kilo de aleta puede costar entre 450 y 700 dólares, lo que hace de este un negocio altamente lucrativo.

“Cartagena, al ser un centro turístico e internacional, se convierte en un punto estratégico para estas redes ilegales, que atentan contra la seguridad de los ecosistemas marinos”, explicó Andrés González, biólogo de la Corporación Ambiental Cardique.

Importancia de los tiburones en el ecosistema

Los tiburones son depredadores tope que cumplen un papel esencial en el equilibrio de la vida marina. “Si se elimina a los tiburones, todo lo que está abajo en la cadena trófica sufre un colapso en efecto dominó”, señaló el ingeniero pesquero Harold Castillo.

La Fundación Charles Darwin advierte que más de un tercio de todas las especies de tiburones y rayas están en peligro de extinción, principalmente por la sobrepesca, que cada año mata a cerca de 100 millones de ejemplares en el mundo.

Entre las especies más amenazadas se encuentran el tiburón martillo, el tiburón tigre, el tiburón punta negra y el tiburón azul, todas fundamentales para la salud de arrecifes, manglares y costas.

Investigación en curso

Las autoridades colombianas adelantan las pesquisas para identificar a otros responsables de esta red ilegal y frenar un delito que pone en riesgo la biodiversidad marina.