Un nuevo escándalo, referente al amaño de partidos, señala al fútbol profesional colombiano. William Rogatto, empresario brasileño acusado de manejar una red de apuestas ilegales en nueve países, expresó ante la Comisión Parlamentaria de Investigación de Brasil que tiene pruebas de dos árbitros colombianos que, hace poco tiempo, trabajaron para él. Menciona tener videos que corroboran su testimonio.
En videoconferencia ante la CPI, Rogatto, quien se autodenomina como “El Rey del Descenso”, aceptó la culpabilidad de haber participado en amaño de partidos. Admitió estar involucrado en manipulación de encuentros del ascenso brasileño y contó que se ha visto beneficiado con casi 300 millones de reales (alrededor de 230 millones de pesos colombianos).
“Tengo videos de dos árbitros de Colombia, en la primera división del fútbol colombiano, que trabajaron para mí recientemente”, denunció Rogatto. Es la segunda vez que el empresario se ve involucrado con amaño de partidos -en 2020 fue investigado por alterar resultados en la Serie A3-.
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En reiteradas ocasiones, el brasileño señaló que su seguridad se vería afectada si le contaba a la sesión todo lo que sabía sobre la red de apuestas ilegales. De hecho, se le ofreció un programa de protección incluido en el acuerdo de culpabilidad por su delito.
“Tengo nueve países diferentes en apuestas, le pago mucho al deportista y también me gusta ganar. Si el presidente del equipo no está preocupado por su equipo, ¿lo estaré yo? Gano dinero perdiendo juegos, entregando juegos. Por eso me llamaron el Rey del Descenso desde 2009″, añadió Rogatto.
Por último, expresó que aprovecha el pago de los árbitros por partido, que en su consideración es bajo, para convencerlos de trabajar en su red. “Un árbitro está mal pagado, el detonante del fútbol está en la mafia, que es la confederación, la CBF, que tiene reservas y no pasa. Es tan simple, es una matemática tan perfecta, que no puedes ver quién no lo querría”, dijo.