En un giro diplomático, tanto Washington como Bogotá retiraron recientemente a sus principales diplomáticos en respuesta mutua. Estados Unidos comenzó el 3 de julio, alegando “declaraciones inaceptables” del gobierno colombiano. En reacción, el presidente Petro ordenó el regreso del embajador colombiano en EE. UU., lo que refleja un deterioro significativo en las relaciones bilaterales