FIN DE RACIONAMIENTO: Nueva decisión de Galán

Desde el sábado 12 de abril se levanta la medida en la capital 

Tras doce meses de racionamiento, que alteraron la rutina de millones de personas en la capital, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, confirmó que a partir del sábado 12 de abril a las 8:00 a. m. Se levanta de manera definitiva la medida de restricción del suministro de agua. Esta decisión se toma luego de que los niveles de los embalses alcanzaran cifras que garantizan el abastecimiento sin necesidad de cortes programados.

La medida, que comenzó el 12 de abril de 2024, fue una respuesta a una de las sequías más severas que ha enfrentado la ciudad, lo que obligó a las autoridades a tomar decisiones drásticas para evitar el colapso del sistema hídrico. Bogotá fue dividida en turnos de restricción, y cada zona enfrentó cortes de agua cada nueve días por periodos de 24 horas.

Galán explicó que el esfuerzo conjunto entre ciudadanía, autoridades y entidades técnicas permitió que Bogotá saliera de esta situación crítica. “Fue un año lleno de retos, donde cada bogotano tuvo que adaptarse a nuevas rutinas, modificar hábitos y entender el valor real del agua”, señaló durante su intervención.

Embalses recuperados y consumo más responsable

Uno de los elementos que hizo posible el levantamiento de la medida fue la recuperación del sistema Chingaza, principal fuente de abastecimiento de agua para la ciudad. Según el informe presentado, los niveles de los embalses se encuentran por encima de los registros de años críticos como 2019 y 2024, e incluso se acercan a niveles históricos positivos registrados en 2007.

La gerente del Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño, destacó la conciencia ciudadana como una de las claves del éxito. Indicó que, durante el tiempo de racionamiento, la ciudad pasó de consumir 17,72 a 16,24 metros cúbicos por segundo. Esto refleja no solo un compromiso colectivo, sino una transformación en la cultura del uso del agua.

Llamado a mantener los hábitos de ahorro

Aunque el racionamiento ha llegado a su fin, tanto el Distrito como el Acueducto hacen un llamado para no bajar la guardia. La recomendación principal es continuar con las prácticas responsables de consumo de agua, como duchas cortas, uso racional de electrodomésticos y recolección de aguas lluvias, entre otras medidas que ayudan a evitar el desperdicio.

El alcalde Galán también aprovechó para recalcar que esta experiencia debe dejar una lección clara sobre la vulnerabilidad ambiental de la ciudad, especialmente en el contexto del cambio climático. La administración distrital contempla nuevas estrategias para fortalecer el sistema de abastecimiento a largo plazo, incluyendo mejoras en infraestructura, campañas de educación ambiental y regulaciones sobre urbanización en zonas sensibles.

Con el levantamiento de esta medida, Bogotá respira aliviada, pero la crisis hídrica deja una marca profunda: una advertencia sobre la importancia de cuidar un recurso tan vital como el agua, cuya escasez no puede volver a ser una sorpresa, sino una prioridad constante.

“Desde que arrancó el racionamiento, el consumo ha estado en 16,24 metros cúbicos por segundo. A pesar de que levantemos las medidas, tenemos que hacer el llamado a la ciudadanía de no perder los buenos hábitos de consumo” dijo Galán.