Los principales medios de comunicación alemanes reaccionaron con dureza ante la operación policial en Río de Janeiro que dejó más de un centenar de muertos, en lo que las autoridades brasileñas calificaron como un operativo contra el grupo criminal Comando Vermelho. Los periódicos y revistas de Alemania coincidieron en destacar la brutalidad del despliegue y el sufrimiento de los habitantes de las favelas cariocas.
El semanario Der Spiegel publicó un extenso reportaje titulado “El horror del día después”, en el que describe escenas que, según el periodista Gerald Traufetter, “superan los límites de lo imaginable incluso para los brasileños, acostumbrados a la violencia cotidiana”.
“Las imágenes de ese día —coches en llamas, disparos, drones lanzando artefactos incendiarios— parecían imposibles de superar en brutalidad”, escribe Traufetter. “Hasta que se difundieron fotografías de una larga fila de cadáveres, algunos semidesnudos, tendidos en plena calle y cubiertos apenas con lonas”.
El medio subraya además las posibles consecuencias políticas para el gobernador de Río, Cláudio Castro, responsable del operativo, y cuestiona el uso desproporcionado de la fuerza en las zonas más pobres de la ciudad.
“Violencia sin sentido” y desigualdad estructural
En el semanario taz, el periodista Niklas Franzen publicó una columna titulada “Violencia sin sentido”, en la que analiza las raíces sociales y urbanas de los disturbios. Según Franzen, la represión policial “no resolverá los problemas estructurales” de Brasil.
“Las favelas están ubicadas en colinas que miran directamente a los barrios ricos”, señala el autor. “La policía ha sido históricamente un órgano represivo, vinculado a grupos paramilitares que siembran terror en las comunidades. Y, por supuesto, los narcotraficantes tampoco son delicados: torturan, matan y ahora incluso usan drones de combate. En casi cada esquina hay jóvenes armados con fusiles pesados, algunos de ellos importados desde Alemania”.
El texto apunta también a la responsabilidad indirecta de Europa, señalando que parte del armamento utilizado proviene de exportaciones alemanas.
Sospechas sobre videos generados por inteligencia artificial
Por su parte, la revista Focus abordó un ángulo tecnológico del suceso: la autenticidad de algunos videos difundidos por el gobernador Castro. Según la publicación, existen indicios de que al menos una grabación podría haber sido generada mediante inteligencia artificial.
El artículo menciona efectos visuales extraños en el video —como un desenfoque que recuerda a la marca de agua de la plataforma de IA “Sora 2” y un humo de apariencia artificial— que llevaron a los editores de la revista a cuestionar su veracidad. Aunque no hay confirmación oficial, el material fue posteriormente eliminado de las cuentas oficiales de Instagram y X del gobernador. Para Focus, el hecho “plantea dudas sobre si el objetivo era avivar el malestar público contra los carteles”.
Voces desde las favelas
El diario Die Welt centró su cobertura en los testimonios de los habitantes de las zonas afectadas. En su edición digital, el corresponsal en América Latina recoge las denuncias del pastor evangélico Otoni de Paula, quien afirma que entre los muertos hay fieles de su congregación que no tenían relación alguna con el crimen organizado.
“Jóvenes que nunca empuñaron un arma, pero que ahora figuran como delincuentes”, denunció el pastor. “Un hombre negro que corre por la favela durante una redada ya es considerado sospechoso. Si va en chanclas y sin camisa, aunque sea un trabajador, la policía lo da por criminal”.
La cadena pública ZDF, en tanto, publicó un reportaje con el testimonio de una vecina de una de las favelas intervenidas: “Estoy desde las cuatro de la mañana tirada en el suelo con mis hijos, temiendo una bala perdida”, relató. Miles de personas, agrega el canal, vivieron la misma situación de miedo. Escuelas, comercios y centros médicos cerraron durante el operativo, mientras el transporte público quedó paralizado.
Una tragedia que trasciende fronteras
La cobertura de la prensa alemana refleja la conmoción internacional provocada por los hechos en Río de Janeiro y pone en evidencia las profundas heridas sociales que la violencia deja en las favelas brasileñas. Más allá de la retórica oficial, los medios europeos coinciden en un diagnóstico: la represión sin una estrategia social no hace más que perpetuar el ciclo de horror.
