Aleja, una mujer que vende envueltos en la localidad de Bosa, denunció un grave episodio de acoso sexual ocurrido en la carrera 91 A #51-32 sur. Según relató, mientras trabajaba alrededor de las 8:30 p.m., un hombre salió de una casa cercana y comenzó a exhibirse frente a ella, iluminando su cuerpo con una linterna y tocándose de manera obscena. Sorprendida y asustada, Aleja no supo cómo reaccionar y se alejó rápidamente.

Luego, acompañada de su pareja, regresó al lugar para confrontar al agresor. El hombre volvió a salir a la ventana repitiendo su comportamiento, mientras la pareja intentaba hacer ruido para llamar la atención y exigir la presencia de la policía. A pesar de varias llamadas a la estación, ninguna autoridad llegó a atender la denuncia, dejando a Aleja y a la comunidad sin respuesta ni protección inmediata.

Este hecho ha generado preocupación en el barrio, que pide mayor vigilancia y una respuesta efectiva para evitar que el agresor continúe con sus actos de acoso. Aleja hizo un llamado para que esta denuncia sea compartida, con el fin de alertar a otras mujeres y niñas que podrían estar en riesgo.

El caso evidencia la urgencia de fortalecer los mecanismos de seguridad y acompañamiento para quienes sufren agresiones en Bogotá, especialmente en zonas donde la presencia policial es limitada. La comunidad exige medidas rápidas para proteger a las mujeres y prevenir que situaciones como esta se repitan.

Por Gina Soto