Una imagen perturbadora ofreció este martes 26 de noviembre el legendario DT Pep Guardiola. Tras el empate 3-3 del Manchester City con el Feyenoord por la Liga de Campeones, el español apareció ante los medios de comunicación con la cara y la cabeza con rasguños y heridas.
El flamante entrenador, que atraviesa por el peor momento al frente de los ‘Sky Blues’, reveló que quería hacerse daño a sí mismo: «Sí, con mi dedo. Con mi uña, quería hacerme daño, sí», dijo a los periodistas.
Y es que el Manchester City completó seis partidos sin ganar y dejó escapar la victoria ante el Feyenoord en su casa de manera increíble. Iba ganando 3-0 y se dejó empatar el partido.
El City venía de cinco derrotas consecutivas y aunque empató, pasó de ir ganando 3-0 en el minuto 75 a un 3-3 que lo deja, por ahora, por fuera de los ocho primeros de la tabla de la Liga de Campeones.
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Los dirigidos por Pep Guardiola ganaban fácilmente el juego con doblete de Erling Haaland (44 de penal, 53) y gol de Ilkay Gündogan (50), pero el último cuarto de hora los neerlandeses igualaron el marcador con tantos de Anis Hadj-Moussa (75), Santi Giménez (82) y David Hancko (88). Una verdadera pesadilla.
Mientras en la cancha el City sufría y no le encontraba la vuelta al juego, en la zona técnica Pep Guardiola se encontraba casi al punto de paro cardiaco al ver el mal momento de sus dirigidos.
Cinco partidos seguidos llevaba perdiendo de manera consecutiva el City, lo que incluía una goleada 4-1 en casa del Sporting de Lisboa a principios de este mes, por lo que ganar era vital y no hacerlo, sumado a cómo llegó el empate, resulta especialmente preocupante.
Además, había caído 0-4 también en casa ante el Tottenham el fin de semana.