La ganadería colombiana fortalece su base productiva con mejores potreros y desarrollo de alimentos concentrados locales.
El manejo de praderas y la producción de suplementos nutricionales se han convertido en pilares para mejorar el rendimiento animal y la rentabilidad del productor.
De acuerdo con informes del Ministerio de Agricultura, en los últimos años se ha promovido la renovación de pasturas mediante sistemas rotacionales y la siembra de especies forrajeras adaptadas al clima de cada región. En departamentos como Nariño, Caquetá y Meta, productores están combinando gramíneas de alto valor forrajero con leguminosas para aumentar la proteína natural disponible en los potreros.
“Hoy no se trata solo de tener más hectáreas, sino de producir más alimento en menos espacio, con mejor calidad”, explica un técnico agropecuario del sur del país. En potreros tecnificados, se logran ganancias de peso de hasta 800 gramos por animal al día, frente a 400 en sistemas extensivos.
Paralelamente, crece el interés por la producción de alimentos concentrados locales, elaborados a partir de materias primas regionales como maíz, yuca, soya y subproductos agroindustriales. Estos concentrados permiten reducir los costos hasta en un 25 %, comparado con productos comerciales importados.
Asociaciones ganaderas y universidades vienen impulsando proyectos de balanceo nutricional que combinan concentrados caseros con suplementos minerales, lo que mejora la conversión alimenticia y reduce la dependencia de insumos externos.
Además, el enfoque ambiental está cobrando fuerza: los sistemas silvopastoriles —que integran árboles, forraje y pastoreo controlado— ayudan a recuperar suelos, conservar humedad y mitigar la emisión de gases de efecto invernadero.
⚠ Retos para el sector
La falta de maquinaria y asistencia técnica limita la renovación de potreros en fincas pequeñas.
Persisten altos costos en materias primas, especialmente en zonas apartadas donde el transporte encarece los insumos.
Se requiere mayor articulación institucional para ofrecer capacitación continua y acceso a créditos rurales que faciliten tecnificación.