En el mundo de la música carranguera, un joven talento está destacándose con fuerza: Feizar Orjuela. Su propuesta fresca, pero profundamente enraizada en la tradición de la música de los Andes colombianos, lo ha convertido en uno de los artistas más prometedores de la escena nacional.

Feizar Orjuela, nacido en el corazón de Cundinamarca, ha heredado el amor y la pasión por la música tradicional colombiana, específicamente la carranga, que en sus primeros años era casi exclusiva de las zonas rurales del país. Con su voz potente y su habilidad para interpretar historias de campo y de vida cotidiana, ha logrado conectar con una amplia audiencia, tanto en el ámbito rural como urbano.

Desde sus primeros pasos en la música, Feizar ha sido consciente de la responsabilidad que lleva ser parte de un legado tan importante como el de la carranga. Pero no solo se ha limitado a replicar lo que ya se ha hecho; ha traído una propuesta innovadora que combina la tradición de instrumentos como el tiple, la guacharaca y el requinto con elementos frescos y modernos, haciendo que su música resuene con nuevos públicos sin perder su esencia.

Su primer álbum, «Raíz del Alma», ha sido un éxito rotundo, con canciones que narran historias de su tierra natal, las luchas del campesino y el amor por la vida simple del campo. Su sencillo más reciente, «Canto de mi Tierra», ha logrado gran aceptación y se ha convertido en himno en festivales dedicados a la música andina y carranguera en Colombia.

“Para mí, la música carranguera es la voz del campo, la expresión más pura de nuestra identidad. Quiero que las nuevas generaciones conozcan nuestras raíces, pero también quiero mostrarles que la carranga no es solo una nostalgia del pasado, sino una música viva y en constante evolución”, expresó Feizar en una de sus últimas entrevistas.