Las persistentes lluvias que azotan la Costa Pacífica nariñense continúan dejando un rastro de desolación y angustia en los municipios de la región costera. Las comunidades locales se enfrentan a una ola invernal, provocando estragos dejando a familias damnificadas.
Alertas
En las últimas horas, una emergencia ha prendido las alarmas en el Piedemonte costero, sembrando el pánico entre los habitantes de las localidades de Mallama y Ricaurte, tras el desbordamiento de la quebrada del Matadero.
Este ha sido el epicentro de este acontecimiento, afectando directamente a dos viviendas con riesgo de desplome y ocasionando la caída de dos postes de energía eléctrica, lo que resultó en la interrupción del suministro eléctrico en la zona.
Los residentes cercanos a la quebrada, asustados por la situación, abandonaron precipitadamente sus hogares en un intento por resguardar sus vidas. Entre el pánico y el miedo, alertaron a las autoridades locales sobre lo que estaba ocurriendo.
Socavación
El director de la Oficina de Gestión del Riesgo departamental, Gabriel Ocaña, se pronunció y en sus declaraciones, informó que el alcalde de Mallama, Giovanny Muñoz, les comunicó sobre el desbordamiento de la quebrada en los límites con Ricaurte.
Esta situación provocó una socavación fluvial en la vereda Cuataquer del municipio, causando múltiples afectaciones para los habitantes, sin embargo y por fortuna, no se han reportado víctimas en estos hechos.
«Hemos establecido comunicación con el mandatario local, quien ha estado presente en la zona junto con el personal de Gestión del Riesgo, realizando una evaluación de la situación. Hasta el momento, este es el reporte preliminar: dos viviendas afectadas”, expuso Ocaña.
